martes, 1 de abril de 2014

Conocí a Habib en los 80 - Julia Serra


Hola! me presento. Soy Julia Serra. 

Conocí a Habib en los 80’s en la escuela de Josep Barneda (alumno de T.K.V. Desikachar hijo de Krishnamacharya). Yo tenía 20 años y en aquella época, el yoga lo practicábamos unos pocos, y aunque sí muchos recuerdos, apenas tengo un par de fotografías .…..Ciertamente en aquel tiempo ya lejano, nos unía el yoga….

He sido practicante todos estos años con mayor o menor continuidad, pero nunca me había planteado estudiarlo en profundidad, hasta que en el 2010, decidí hacer la “formación de profesores de yoga” en la escuela Yogavida de Habib. Mi objetivo inicial era tener el título y sacar nota, pero ya desde hace tiempo y en éste mi cuarto y último año de formación, reconozco que eso era una idea; ya enseguida quise vivir y sentir el camino más que hacer y pensar (leitmotiv de la Escuela) objetivo final: el título y sabía que pasaría muy rápidamente como así ha sido. Faltan tres meses para acabar la formación. Pero el camino se seguirá haciendo…

Lo mejor es este tiempo consciente, lleno de sabias y magistrales enseñanzas de Habib; de la profundización y del estudio de los yoga sûtra de Patanjali, de la pedagogía de la Escuela, de la aportación del Dr. Albert y su conocimiento de la anatomía del cuerpo aplicada al yoga, de Xavier Solà que nos ayuda a profundizar en la filosofía y la espiritualidad de Oriente, con sus preguntas sobre la existencia humana, con aportaciones de libros como el de los Upanishads traducidos por Joan Mascaró, que se ha convertido en librito de mesita de noche; también de talleres magníficos de amigos suyos como Maite Criado hablándonos del yoga y el sonido (Nada yoga) y Suami Shivananda enseñándonos la pronunciación del sánscrito y su sonido y vibración…. lo de escribir sánscrito ya es otro cantar, bueno, aunque sí que hemos cantado mantras en sánscrito. También nos dio una clase magistral sobre la Bhagavad Gîta, siendo el tema el momento “rajas, tamas y satva”:

“¡¡Uff!! Uf UF, no puedo más, eh? Es que no, no tengo tiempo, yo, yo, yo, tengo que hacer muchas cosas, yo, yo, Ay que cansado estoy, voy a descansar, yo, yo…”

Comentario de Suami: Actualmente vivimos en la sociedad del tamas y rajas, acción y descanso, acción y descanso y no tenemos tiempo ni espacio para reflexionar, para meditar, para cuidar nuestra parte de ¿quien soy yo? ¿Que puedo y debo cambiar? ¿Qué sentido le doy a mi vida?.......................? ¿?, el tiempo de satvico.

La enfermedad de Habib es un golpe durísimo. Sobretodo para él, pero también para Montse, su discípula directísima e imprescindible, para nosotros sus alumnos, también muy bestia. Haces una parada obligada…..en este camino que es la vida y reflexionas y te cuestionas muchas cosas. Vivimos en un mundo en que por culpa de todos nuestros problemas, responsabilidades e historias, perdemos el sentido de lo que es primordial y lo que no. Es precisamente en este barullo, en nuestro día a día, cuando más necesitamos tener esa presencia de espíritu y aprender a distinguir lo que es importante y lo que no. Habib siempre habla de “la cotidianeidad”. De llevar a la vida diaria la conciencia y atención que experimentamos cuando practicamos yoga. Siempre, tengamos problemas o no, sin relajarnos ni acomodarnos en las situaciones fáciles y cómodas que a veces tenemos. Hay que estar alerta y atento pero relajado.

Algunas veces le he ido a visitar a su casa y su hospitalidad ha sido inmensa. Al compartir su enfermedad, algo cambia. Ya no sólo es mi Maestro o una persona a la que admiras, o un compañero; hay una cercanía especial, como más de corazón a corazón y de deseo de que este mal sueño tenga realmente sentido y no sea más que una pesadilla. Que acabe bien, Dios mío. Habib no pierde la esperanza. Yo tampoco …….. Si no puedo visitarle, pues le llamo por teléfono y si no contesta, alguna vez le he dejado mensajito y siempre devuelve la llamada. Lo prueba todo, no se rinde y es tozudo y perseverante. El otro día le llamé y le noté la voz un poco floja…. Y se lo dije, me contestó que en ese momento estaba en la postura del pez (Matsyasana)!! para expandir el pecho y la respiración.¡Claro que su voz sonaba distinta!!!

Casal de PAU. Conventito de monjas en Arbúcies.
En el retiro de fin de semana de silencio del 2012, justo unos meses antes de los primeros síntomas de su enfermedad, los dos días hacemos media hora de meditación (actividad voluntaria) antes de desayunar. El ya está sentado en el zafu, la habitación tiene la calefacción a tope y hay incienso encendido; entro sigilosamente y sin hacer ruido un minuto antes de las 7; ya hay algunas personas en la sala y me mira con una sonrisa de oreja a oreja, llena de complicidad. En silencio pero diciéndome: “Bienvenida Julia, menudo madrugón eh?? Contento de que estés aquí”.

La confianza. En ese retiro del 2012, no encontrábamos el camino para llegar a una cascada que descubrimos por casualidad el año anterior y después de dar muchas vueltas y caminar hacia arriba, hacia abajo, de deshacer lo andado una y otra vez….…paramos un momento, desanimados…y nos sentamos todos en el suelo. Habib nos habla de la confianza.

Unos minutos después, y por el camino más fácil y corto, llegamos directos a la cascada.

“El silencio no es estar serios”.

El silencio.

Que podamos desde nuestras tinieblas ver la luz,
desde nuestra ignorancia ver el conocimiento,
desde nuestro sufrimiento ver la felicidad”.
Taittîriyâ Upanishad


Padre, me pongo en tus manos.
Haz de mí lo que quieras.
Sea lo que sea, por ello te doy las gracias.
Estoy dispuesto a todo.
Lo acepto todo, con tal de que se cumpla tu voluntad en mí y
en todas tus criaturas.
No deseo nada más, Padre.
Te encomiendo mi alma.
Te la entrego con todo el amor de que soy capaz.
Porque te amo y necesito darme.
Ponerme en tus manos sin medida.
Con infinita confianza, porque tu eres mi Padre.

Carlos de Foucault