Hola! me presento. Soy Julia Serra.
Conocí a Habib en los 80’s en la escuela de Josep Barneda (alumno
de T.K.V. Desikachar hijo de Krishnamacharya). Yo tenía 20 años y
en aquella época, el yoga lo practicábamos unos pocos, y aunque sí
muchos recuerdos, apenas tengo un par de fotografías .…..Ciertamente
en aquel tiempo ya lejano, nos unía el yoga….
He
sido practicante todos estos años con mayor o menor continuidad,
pero nunca me había planteado estudiarlo en profundidad, hasta que
en el 2010, decidí hacer la “formación de profesores de yoga”
en la escuela Yogavida de Habib.
Mi objetivo inicial era tener el título y sacar nota, pero ya desde
hace tiempo y en éste mi cuarto y último año de formación,
reconozco que eso era una idea; ya enseguida quise vivir
y sentir el camino más
que hacer y pensar
(leitmotiv de la Escuela) objetivo final: el título y sabía que
pasaría muy rápidamente como así ha sido. Faltan tres meses para
acabar la formación. Pero el camino se seguirá haciendo…
Lo
mejor es este tiempo consciente, lleno de sabias y magistrales
enseñanzas de Habib; de la profundización y del estudio de los yoga
sûtra de Patanjali, de la
pedagogía de la Escuela, de la aportación del Dr. Albert y su
conocimiento de la anatomía del cuerpo aplicada al yoga, de Xavier
Solà que nos ayuda a profundizar en la filosofía y la
espiritualidad de Oriente, con sus preguntas sobre la existencia
humana, con aportaciones de libros como el de los Upanishads
traducidos por Joan Mascaró, que se ha convertido en librito de
mesita de noche; también de talleres magníficos de amigos suyos
como Maite Criado hablándonos del yoga y el sonido (Nada
yoga) y Suami Shivananda
enseñándonos la pronunciación del sánscrito
y su sonido y vibración…. lo de escribir sánscrito ya es otro
cantar, bueno, aunque sí que hemos cantado mantras
en sánscrito. También nos dio una clase magistral sobre la Bhagavad
Gîta,
siendo el tema el momento “rajas,
tamas y satva”:
“¡¡Uff!!
Uf UF, no puedo más, eh? Es que no, no tengo tiempo, yo, yo, yo,
tengo que hacer muchas cosas, yo, yo, Ay que cansado estoy, voy a
descansar, yo, yo…”
Comentario
de Suami: Actualmente vivimos en la sociedad del tamas
y rajas, acción y descanso,
acción y descanso y no tenemos tiempo ni espacio para reflexionar,
para meditar, para cuidar nuestra parte de ¿quien soy yo? ¿Que
puedo y debo cambiar? ¿Qué sentido le doy a mi
vida?.......................? ¿?, el tiempo de satvico.
La enfermedad de Habib es un golpe durísimo. Sobretodo para él,
pero también para Montse, su discípula directísima e
imprescindible, para nosotros sus alumnos, también muy bestia. Haces
una parada obligada…..en este camino que es la vida y reflexionas y
te cuestionas muchas cosas. Vivimos en un mundo en que por culpa de
todos nuestros problemas, responsabilidades e historias, perdemos el
sentido de lo que es primordial y lo que no. Es precisamente en este
barullo, en nuestro día a día, cuando más necesitamos tener esa
presencia de espíritu y aprender a distinguir lo que es importante
y lo que no. Habib siempre habla de “la cotidianeidad”. De
llevar a la vida diaria la conciencia y atención que experimentamos
cuando practicamos yoga. Siempre, tengamos problemas o no, sin
relajarnos ni acomodarnos en las situaciones fáciles y cómodas que
a veces tenemos. Hay que estar alerta y atento pero relajado.
Algunas
veces le he ido a visitar a su casa y su hospitalidad ha sido
inmensa. Al compartir su enfermedad, algo cambia. Ya no sólo es mi
Maestro o una persona a la que admiras, o un compañero; hay una
cercanía especial, como más de corazón a corazón y de deseo de
que este mal sueño tenga realmente sentido y no sea más que una
pesadilla. Que acabe bien, Dios mío. Habib no pierde la esperanza.
Yo tampoco …….. Si no puedo visitarle, pues le llamo por teléfono
y si no contesta, alguna vez le he dejado mensajito y siempre
devuelve la llamada. Lo prueba todo, no se rinde y es tozudo y
perseverante. El otro día le llamé y le noté la voz un poco
floja…. Y se lo dije, me contestó que en ese momento estaba en la
postura del pez (Matsyasana)!!
para expandir el pecho y la respiración.¡Claro que su voz sonaba
distinta!!!
Casal de PAU. Conventito de monjas en Arbúcies. |
En el retiro de fin de semana de silencio del 2012, justo unos meses
antes de los primeros síntomas de su enfermedad, los dos días
hacemos media hora de meditación (actividad voluntaria) antes de
desayunar. El ya está sentado en el zafu, la habitación tiene la
calefacción a tope y hay incienso encendido; entro sigilosamente y
sin hacer ruido un minuto antes de las 7; ya hay algunas personas en
la sala y me mira con una sonrisa de oreja a oreja, llena de
complicidad. En silencio pero diciéndome: “Bienvenida Julia,
menudo madrugón eh?? Contento de que estés aquí”.
La confianza. En ese retiro del 2012, no encontrábamos el
camino para llegar a una cascada que descubrimos por casualidad el
año anterior y después de dar muchas vueltas y caminar hacia
arriba, hacia abajo, de deshacer lo andado una y otra vez….…paramos
un momento, desanimados…y nos sentamos todos en el suelo. Habib nos
habla de la confianza.
Unos minutos después, y por el camino más fácil y corto, llegamos
directos a la cascada.
“El silencio no es estar serios”.
El silencio. |
“Que podamos desde nuestras tinieblas ver la luz,
desde nuestra ignorancia ver el conocimiento,
desde nuestro sufrimiento ver la felicidad”.
Taittîriyâ Upanishad
Padre, me
pongo en tus manos.
Haz de mí
lo que quieras.
Sea lo que
sea, por ello te doy las gracias.
Estoy
dispuesto a todo.
Lo acepto
todo, con tal de que se cumpla tu voluntad en mí y
en todas
tus criaturas.
No deseo
nada más, Padre.
Te
encomiendo mi alma.
Te la
entrego con todo el amor de que soy capaz.
Porque te
amo y necesito darme.
Ponerme en
tus manos sin medida.
Con
infinita confianza, porque tu eres mi Padre.
Carlos de
Foucault